La industria de la manufactura en México se encuentra en un punto de inflexión. Impulsada por la adopción de nuevas tecnologías, la reconfiguración de las cadenas de suministro y un entorno económico desafiante pero prometedor, esta actividad económica ha comenzado a mostrar señales de transformación acelerada.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la manufactura registró en febrero un crecimiento mensual del 2.9%, el más alto desde marzo de 2021, lo que representa un avance interanual del 1.8%. Esta recuperación, sin embargo, no es homogénea: mientras algunos subsectores mantienen un ritmo ascendente, otros aún no logran alcanzar los niveles previos al inicio del año.
Sectores como la fabricación de prendas de vestir, productos a base de minerales no metálicos y artículos de piel mostraron una contracción significativa en su producción.
Sin embargo, esta tendencia fue contrarrestada por otros rubros como la industria de la impresión, la producción de papel y la fabricación de aparatos eléctricos, que han logrado superar los niveles registrados a principios de año.
Este panorama optimista también se refleja en el informe “Industria de manufactura en México 2024”, elaborado por KPMG, en el que casi la mitad de las empresas del sector expresa confianza en el crecimiento de su industria. No obstante, el optimismo se reduce cuando se analiza el entorno económico general del país, ya que solo un 32% de los participantes muestra una perspectiva positiva respecto al desarrollo nacional.
A pesar de ello, la mayoría coincide en que industrias como la automotriz, la electrónica y la aeroespacial serán protagonistas en el dinamismo económico del próximo año.
Factores que impulsan la transformación de la industria manufacturera en México
La transformación que vive actualmente el sector de manufacturas mexicanas está impulsada por diversos factores.
Uno de los más relevantes es la digitalización de los procesos productivos. Tecnologías como la inteligencia artificial, el Internet de las Cosas (IoT) y la robótica avanzada están redefiniendo la manera en que las empresas operan.
Estas herramientas mejoran la eficiencia de las líneas de producción y permiten tomar decisiones más ágiles y precisas basadas en datos.
La automatización también es otra de las claves.
Otra tendencia es la transición hacia la movilidad eléctrica. Con el crecimiento de la demanda global de vehículos eléctricos, el sector de manufactura ha tenido que reorientar parte de sus procesos hacia la producción de baterías, componentes electrónicos y estructuras ligeras que respondan a los nuevos requerimientos del mercado.
Esto ha derivado en el desarrollo de nuevas cadenas de suministro más especializadas y tecnológicamente avanzadas.
La sostenibilidad también ha ganado protagonismo en la agenda de las empresas manufactureras. La economía circular y la adopción de prácticas responsables son hoy factores que definen la competitividad del sector.
No se trata únicamente de cumplir con normas ambientales, sino de transformar los procesos para reducir el desperdicio, optimizar recursos y generar valor a largo plazo.
En este entorno, el futuro de la manufactura en México dependerá de su capacidad para adaptarse y unirse a la transformación tecnológica. México tiene la oportunidad de consolidarse como un centro estratégico de innovación industrial, siempre que se mantenga el compromiso con la capacitación, la inversión en tecnología y la visión de futuro.
