Cada vez es más común ver un vehículo que se mueve en silencio, sin emisiones visibles y con un diseño futurista. Los autos eléctricos en México han dejado de ser una rareza para volverse parte del paisaje urbano. Sin embargo, bajo esa apariencia de modernidad, el mercado de los vehículos eléctricos (VE) en el país avanza con una mezcla de entusiasmo y freno, atrapado entre el impulso global y los obstáculos locales.
El cierre de 2024 dejó cifras alentadoras. Según la Electromovilidad Asociación (EMA), se comercializaron en México 31,293 autos totalmente eléctricos, lo que representó un incremento del 37% respecto al año anterior. En total, sumando híbridos enchufables, el país registró 69,713 unidades vendidas, un crecimiento del 83.8%.
Las cifras reflejan un interés creciente, pero la falta de estímulos fiscales, la limitada infraestructura de carga y el alto costo de adquisición continúan siendo barreras importantes.
Primer trimestre de 2025 ¿cómo va caminando?
Los primeros tres meses de 2025 arrojaron datos contrastantes. Por un lado, el INEGI reportó la venta de 4,324 autos eléctricos, una caída del 15.4% frente al mismo periodo de 2024. Por otro lado, la Electro Movilidad Asociación (EMA) presentó datos sobre ventas de vehículos eléctricos en México, destacando un fuerte crecimiento. En el primer trimestre de 2025, las ventas de vehículos eléctricos aumentaron un 290%, pasando de 3,455 a 9,368 unidades.
La discrepancia ilustra otro reto: la falta de un sistema unificado de registro y seguimiento de estos vehículos, que dificulta la toma de decisiones para fabricantes, consumidores y autoridades.
Sin embargo, mientras parece que la venta de autos crece, la infraestructura avanza con lentitud. Al cierre de 2024, se reportaron 45,055 cargadores públicos y privados en el país, un aumento de apenas 4.98% frente al año anterior. Muchos de estos cargadores están concentrados en zonas urbanas del centro y norte del país, dejando fuera amplias regiones.
La industria de autos eléctrico en México ¿aún va en segunda?
Mientras en México el mercado busca estabilidad, a nivel global el ritmo es mucho más veloz. En 2024 se vendieron 10.4 millones de vehículos eléctricos de batería en el mundo, un crecimiento del 14%, según datos de la consultora PwC.
A pesar de los altibajos, las proyecciones son optimistas. La EMA estima que para diciembre de 2025 podrían venderse más de 100,000 vehículos eléctricos e híbridos conectables en México, gracias al aumento en la oferta de modelos, mejoras en la infraestructura y un mayor conocimiento del consumidor.
Sin embargo, el contexto no es del todo favorable. La inflación, el costo de la energía y la posible eliminación de subsidios en países productores podrían impactar los precios finales en México. Además, se necesitarían incentivos fiscales e impulsar normativas que obliguen a las armadoras a electrificar su flota.
China: líder mundial de en vehículos eléctricos
Según los datos de Allianz Trade, uno de los accionistas de Solunion, China se mantiene como el líder mundial de la industria. Aunque los vehículos eléctricos siguieron creciendo en todo el mundo, este aumento se concentró de forma desproporcionada en China. El mayor mercado automovilístico del mundo mantuvo su liderazgo reforzado por un fuerte apoyo gubernamental, una avanzada infraestructura de recarga y el auge de marcas nacionales cada vez más competitivas, como BYD. En 2024, las ventas de vehículos eléctricos aumentaron más de un 40% en China.
Con 6.7 millones de unidades vendidas, dos de cada tres autos eléctricos vendidos en el mundo son chinos. Estados Unidos también avanza: tan solo en el primer trimestre de 2025 se matricularon 294,250 autos eléctricos, un aumento del 10.6% comparado con el mismo periodo del año anterior.
La transición hacia la electromovilidad en México está en marcha, pero aún enfrenta pendientes pronunciadas. Como en una carretera en ascenso, el país avanza, pero aún necesita potencia, dirección y una buena red que lo respalde. El futuro será eléctrico, sí, pero solo si se asegura el presente con políticas claras, inversión y visión a largo plazo.
